El 25 de Noviembre ha sido elegido como el:
Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres y Niñas.
Nosotros no precisamos de un día en especial, siempre estamos atentos al tema. No se si leyeron el artículo y vieron el video que publicamos en VIOLENCIA FAMILIAR: http://porelcarolino.es.tl/VIOLENCIA-FAMILIAR.htm
Con humor, con ironía y luego con seriedad, algunas cosas para reflexionar.
A LAS MUJERES
(con humor e ironía) les recomendamos verlo en pantalla completa.
El matrimonio como
sometimiento de la mujer
PREGUNTA: ¿Cómo evolucionó el matrimonio y el sometimiento de la mujer en la historia de la humanidad?
RESPUESTA: Éste es el compromiso que los seres humanos se han hecho: tener seguridad con respecto al futuro, tener certeza respecto al mañana, tener la garantía de que la mujer que te ama te va a amar para siempre, que no se trata de un asunto temporal…
Por eso es que las personas religiosas dicen que los matrimonios están ‘hechos en el cielo’… en una clase extraña de cielo porque, si estos matrimonios están hechos en el cielo, entonces ¿qué puedes hacer en el infierno? Ellos no muestran los signos, la fragancia, la frescura, la belleza del cielo. Son ciertamente desagradables, feos… en realidad muestran algo del infierno. Pero el ser humano se estabilizó con el matrimonio porque ésta era la única forma de tener propiedad privada.
Los animales no tienen propiedad privada; todos ellos son comunistas, y mucho mejores comunistas que los que han aparecido en la historia humana. Ellos no tienen ninguna dictadura del proletariado y no han perdido su libertad, pero no tienen no tienen propiedad privada alguna.
El ser humano también vivió durante miles de años sin casarse, pero en esa época no había propiedad privada. Ésa fue una época de cacería: el hombre era un cazador. Y esa gente de hace miles de años no tenía un sistema de almacenamiento refrigerado, ninguna tecnología; la comida que obtenían la tenían que consumir tan rápido como era posible. Sólo podían esperan que en el mañana obtendrían comida otra vez.
Debido a que no había nada que acumular, no se planteaba el matrimonio. La gente vivía en comunas, tribus; se reproducían, pero al comienzo no había una palabra para ‘padre’.
La palabra ‘madre’ es mucho más antigua y mucho más natural. Te sorprenderá saber que la palabra ‘tío’ es más antigua que la palabra ‘padre’ porque, de todas las personas que tenían la edad de tu padre… no sabías cuál de ellos era tu padre.
Los hombres y las mujeres se mezclaban gozosamente, sin ninguna obligación, sin ninguna atadura legal, por voluntad propia. Si se querían encontrar y estar juntos, no se planteaba la dominación. Los niños no sabían nunca quién era su padre, sólo conocían a su madre. Y ellos conocían muchos hombres en la tribu; alguno de ellos tenía que ser su padre, por tanto todos eran tíos.
A medida que la propiedad empezó a existir con los cultivos… Con la cacería el ser humano no podía sobrevivir largo tiempo.
La gente ha destruido especies enteras de animales. Cientos de especies que una vez danzaron y cantaron en esta tierra… el hombre se las ha comido. Se tenía que hacer algo, porque la cacería no era segura. Hoy puede que consigas alimento, mañana puede que pases hambre. Y era muy arduo. La búsqueda de animales no le permitió al hombre desarrollar ninguno de sus otros talentos, su genialidad.
Los cultivos cambiaron por completo la vida del hombre.
Es preciso recordarte el hecho de que el cultivar es un descubrimiento de la mujer no del hombre.
La mujer estaba confinada; no le era posible ir de cacería. La mayor parte del tiempo estaba preñada, estaba debilitada, llevaba otra alma consigo. Necesitaba cuidado, protección… así que vivía en la casa. Empezó a hacer que la vivienda fuera más hermosa, y esto lo puedes ver aún hoy en día, después de miles de años.
Si entras en la habitación de un soltero, puedes decir inmediatamente que es una habitación de soltero. Puede que no puedas decir al ver a un soltero si lo es o no lo es, pero su habitación ciertamente ¡de un soltero!.
La mujer, su toque, hace falta. La casa de un soltero no es jamás un hogar; es solamente el lugar donde él duerme. No es algo con lo que él siente una cierta intimidad, una cierta relación creativa.
El hogar, el pueblo, la ciudad y toda la civilización existen debido a la mujer, porque ella se había librado de la cacería y tenía diferentes valores en el corazón y en la mente; era más estética, más graciosa, más terrenal, para nada interesada en el infierno y el cielo y Dios y el diablo ¡y toda esa basura!
Ni una sola mujer ha escrito la primera escritura religiosa. Ninguna mujer ha sido una filósofa que piensa en cosas abstractas y distantes.
La conciencia de la mujer está interesada sólo en los ambientes íntimos; le gusta una casa hermosa, le gusta un hermoso jardín. Quiere crear un pequeño mundo propio, acogedor, confortable. Ella le imparte una cierta cualidad a una casa muerta y ésta se convierte en un hogar viviente. Es una transformación mágica.
El hombre continuó cazando, y la mujer empezó a mirar a su alrededor… El hombre no tenía tiempo. Él siempre ha estado ocupado sin los negocios, pero la mujer tenía todo el tiempo disponible. El trabajo básico de cazar se llevaba a cabo por grupos de hombres y la mujer empezó a mirar a su alrededor.
Descubrió cómo cultivar porque vio frutos silvestres en crecimiento, vio muchas otras cosas en crecimiento y también percibió cómo cada año la planta muere y las semillas caen de nuevo al suelo, y cuando vienen las lluvias esas semillas brotan en miles de plantas.
Ella empezó a experimentar a fin de encontrar qué era comestible y qué no era comestible.
Pronto, a medida que la cacería se hacía más y más difícil, los hombres tuvieron que acordar con las mujeres: “Tenemos que cambiar todo nuestro enfoque económico. Tenemos que dedicarnos a los cultivos, a las frutas, a los vegetales. Y esto está en nuestras manos; podemos producir tanto como queramos, como necesitemos, y hay una variedad tremenda”.
Poco a poco, los nómadas, las tribus ambulantes… porque los cazadores no pueden estar en un solo lugar. Tienen que mantenerse en movimiento a medida que los animales se escapan. Una vez se abandonó la cacería y el cultivar se convirtió en nuestra propio medio de supervivencia, una nueva cosa también sucedió simultáneamente.
Había gente poderosa y gente débil. Las personas que eran poderosas físicamente se las arreglaron para reclamar grandes terrenos como propiedad suya. Ganaban mucho… poco a poco el sistema de trueque se inició, porque, cuando tienes mucho de una cosecha, ¿qué vas a hacer con eso? Tienes que intercambiarlo, entonces puedes tener muchas otras cosas. La vida se volvió más compleja, más excitante.
Pero, se percibió un problema: Después de la muerte de una persona, ¿quién va a heredar su propiedad? Nadie quería que su propiedad fuera heredada por cualquier XYZ. Querían que su propiedad perteneciera a los de su misma sangre.
Es por motivos económicos, y no por la comprensión del amor que el matrimonio comenzó a existir.
Su propio nacimiento fue erróneo, bajo unas estrellas equivocadas.
Y, debido a que el hombre tenía que estar de acuerdo con el matrimonio… la mujer estaba muy de deseosa por la simple razón de que por miles de años en el período cazador, ella no fue financieramente parte de la sociedad; el hombre lo era todo.
El hombre continuó con su poder aunque toda la estructura social cambió. La vida nómada del cazador se convirtió en una vida pacífica de pueblo, pero la preocupación del hombre sobre su propiedad…
Él quería un contrato con la mujer para tener la certeza de que el hijo que ella paría no era de nadie más sino suyo. Debido a este simple propósito, toda la libertad de la mujer tuvo que ser destruida. Tenía que vivir casi como una prisionera, o peor.
El hombre estuvo de acuerdo; por obligación transigió. Si la
mujer estaba perdiendo unas pocas cosas – su libertad de movimiento, su libertad de cambiar de amantes – el hombre también estaba dispuesto a sacrificar su libertad.
Permanecerían entregados el uno al otro para siempre.
Pero esto va contra natura. Incluso si quieres hacerlo, la naturaleza no te va a apoyar.
La naturaleza apoya la libertad, y ninguna clase de atadura.
Así que empezaron a surgir nuevos problemas. El hombre empezó a encontrarse con prostitutas que eran las esposas de nadie o, como se decía en India, la prostituta era la esposa de todo el pueblo: nagarvadhu. Ella pertenece a cualquiera, es una comodidad; tienes que pagar y comprar su tiempo y su cuerpo.
Debido al matrimonio era muy difícil encontrar mujeres casadas porque había entonces más complejidades: Ellas tenían sus maridos… las prostitutas estaban bien.
Y te sorprenderá saber que en India cada ciudad tenía su prostituta suprema; era la niña más hermosa nacida en esa ciudad. Debido a que era tan hermosa, no era correcto permitir que ella se casase con una persona; se tenía que compartir. Era tan hermosa que si se casaba habría problemas, habría líos; la gente seguiría enamorándose de ella. Era mejor mantenerla libre para aquél que pudiera pagar.
El matrimonio creó desconfianza. El marido estaba siempre sospechando siempre de si era suyo o no el hijo nacido de ellos. Y el problema era que el padre no tenía forma de determinar si el hijo era suyo. Sólo la madre lo sabía.
Debido a que el marido no tenía forma de estar seguro, creó más y más muros alrededor de la mujer; ésa era la única posibilidad, la única alternativa, para desconectarla a ella del grueso de la humanidad. No para educarla, porque la educación da alas a las personas, pensamientos, las vuelve capaces de rebelarse, así que no había educación para las mujeres. Ni educación religiosa para ellas, porque la religión las vuelve santas, personas sagradas, y por siglos la sociedad ha sido dominada por los hombres, y el hombre no puede concebir que una mujer sea más elevada y más santa que él.
El hombre ha cortado desde las mismas raíces cualquier posibilidad de crecimiento de la mujer. Ella no es más que una fábrica para producir hijos. No ha sido aceptada por ninguna cultura en el mundo como igual al hombre.
Osho , tomado del libro: Sermons in Stones
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