Talento de exportación
o soñar para crecer
Pepi Goncalvez
Hubo una película argentina para niños, dirigida por Alberto García Ferré cuyo nombre me quedó grabado : “ Mil intentos y un invento “. Esta frase describe muy bien el trayecto de muchos emprendedores que tienen una idea, un sueño y luchan contra una serie de inconvenientes, vencen los obstáculos que se les interponen hasta que consiguen concretar.
La frase podría definir muy bien la tarea de la comisión que ha luchado por la implementación de la Universidad de la República en Maldonado. Y miren que buen invento han logrado con ese esfuerzo. Hay un edificio en marcha, cursos dictándose, planes que incrementan la oferta formativa y todo un nuevo panorama que se abre de oportunidades para el desarrollo de profesionales en la región.
Los jóvenes que tienen empuje, ganas y sueños también pasan por esta circunstancia. Es el caso de Emiliano Sierra y su equipo, llamado “ Plastic Dreams “ que han sido los primeros concursantes del interior del país que participan en el Concurso Nacional de Videojuegos que organiza el incubadora Ingenio del LATU y Proanima Uruguay. Este grupo de jóvenes carolinos participó en cuatro ediciones, obtuvo tres premios y el miércoles 18 de noviembre se llevaron por primera vez el primer premio del concurso. El premio consiste en un viaje a San Francisco con todos los gastos cubiertos para asistir al GDC (Game Developers Conference) la convención de videojuegos más grande del mundo. Para la fecha del viaje en marzo de 2011 Emiliano habrá cumplido 20 años. Este año inició la Licenciatura en Animación y Videojuegos en la ORT y trabaja en Montevideo en una empresa que produce videojuegos.
Emiliano forma parte además de Mundo Uno Coleccionistas, un colectivo carolino de fanáticos de los videojuegos que han organizado dos muy exitosas muestras en la Casa de la Cultura. Este año agregaron videojuegos de producción nacional y brindaron una conferencia del Dr. Gonzalo Frasca, especialista en la materia graduado en Copenhague. En vez de dejarse vencer por el prejuicio (los videojuegos son violentos, racistas, sexistas y hacen daño) han actuado para brindarle a su pasión un espacio de reconocimiento social y cultural. Han permitido que alumnos y docentes de la zona prueben consolas y jueguen en las tecnologías más avanzadas probando habilidades y compartiendo experiencias.
En Uruguay, los videojuegos nacionales salieron del anonimato en 2010 gracias al Plan Ceibal cuando recabaron entre tres proyectos (División Especial Detectives, La Máquina del Tiempo y Cuatreros Galácticos más de 1.000.000 de usuarios. ¿Porque es importante contar con videojuegos de producción nacional ? Porque transmiten nuestros valores culturales y pueden ser diseñados para cumplir metas concretas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Porque como industria, pueden generar puestos de trabajo, riqueza y oportunidades de exportación.
El caso de Emiliano y su equipo no es el único que surge espontáneamente en el interior del país donde la oferta de educación en arte y tecnología es escasa. En 2009 un escolar de Soriano participó del Concurso Nacional de Videojuegos con un prototipo creado con su ceibalita, un videojuego para enseñar matemáticas.
Hay otro grupo de soñadores, donde se encuentra el empresario informático Marcelo Duarte, que aspiran la instalación de una incubadora de empresas de corte tecnológico en la zona. Sitios que podrían ser la oportunidad de desarrollo para un estudio como Plastic Dreams de Emiliano Sierra y tantos más que seguramente se están gestando en nuestros liceos, colegios y en más de un garage. Una idea excelente en manos de emprendedores bien orientados, tiene que salir bien.
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